Una gran variedad de trastornos pueden confundirse con el Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) o en ocasiones aparecer de forma conjunta, por lo que es muy importante realizar una evaluación y un diagnóstico precisos.
La mayoría de los niños y niñas que poseen este trastorno presentan una combinación de síntomas relacionados con la hiperactividad, la falta de control de impulsos, atención y concentración. Estos síntomas aparecen en el ámbito escolar, social y familiar. Cuando el trastorno no cursa con hiperactividad, pasa más desapercibido y se suele diagnosticar más tarde.
En el trastorno se manifiestan síntomas como:
Los objetivos son:
El tratamiento se considera que debe ser multimodal, en este están implicados uno o varios profesionales clínicos, maestros-profesores, padres y el propio sujeto que sufre TDAH. Se requieren de distintas intervenciones:
El abordaje escolar es necesario porque los niños con TDAH ante una tarea escolar se muestran desorganizados, impulsivos e ineficaces, las dificultades de atención, motivación, de mantener el esfuerzo mental ante tareas más repetitivas y monótonas, interfieren en su ejecución. Por lo tanto su rendimiento escolar se ve afectado a pesar de que su inteligencia sea normal, alta o superior.
Esta intervención implica el entrenamiento a maestros y profesores en manejo de contingencias, uso del refuerzo positivo, la extinción, uso del tiempo fuera, economía de fichas y coste de respuesta
Es necesario reforzar y potenciar las habilidades sociales así como fomentar la técnica de resolución de problemas ante situaciones problemáticas (identificación del problema, posibles soluciones o modos de actuar, valoración de ventajas e inconvenientes de cada una de las soluciones propuestas), fomentando el pensamiento reflexivo.
La intervención farmacológica es decidida y conducida por la psiquiatra de nuestro centro. Ella es quién resuelve las dudas de los padres respecto el fármaco o fármacos prescritos y es quién tiene la potestad para decidir cambios en los mismos, los maestros y padres comentarán con el médico los cambios de comportamiento o rendimiento que observen así como los posibles efectos secundarios que pudieran observarse y el profesional decidirá.