El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tiene un patrón de pensamientos y miedos irracionales (obsesiones) que te hacen tener comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan mucha angustia.
Cuando intentas ignorar o detener tus obsesiones, provoca un aumento de la angustia y la ansiedad. Sientes la necesidad de realizar actos compulsivos para intentar aliviar el estrés (a corto plazo), que son los denominados rituales, pero a pesar de los esfuerzos para ignorar o eliminar los pensamientos o necesidades que te molestan, estos vuelven una y otra vez ( a largo plazo). Esto produce un comportamiento compulsivo y ritualista : el círculo vicioso del TOC.
Puedes darte cuenta o no de que tus obsesiones y compulsiones son excesivas o no razonables ya que en ocasiones llevan muchos años contigo. Pero hay una realidad y es que consumen una parte importante de tu tiempo y desde luego de tus pensamientos, afectando a tu calidad de vida.
Hay que diferenciar entre un niño perfeccionista y un niño que padece un TOC. Es verdad que los TOC son mucho más frecuentes en adultos, pero no por ello debemos minusvalorar este trastorno en niños. La persona perfeccionista, si deja de hacer el ritual, no tendrá una reacción emocional ansiosa y no le afectará en un funcionamiento vital. Pero una persona con un TOC, si deja de hacer el ritual, estará toda el día pensando en ello, tendrá un aumento de ansiedad y cualquier cosa que suceda en ese día, lo asociará a la no ejecución del ritual (pensamiento supersticioso).
Esto sin duda, provoca un desgaste y afectación en la calidad de vida de las personas que hace, sin duda, necesaria su intervención y tratamiento.
El tratamiento varía en función de la gravedad del cuadro, pero siempre bajo el marco Cognitivo-Conductual, ya que el tratamiento Cognitivo-Conductual es uno de los más eficaces en los TOC.
Hay que hacer una buena evaluación del problema mediante un análisis funcional. A partir de ahí, podremos saber qué está provocando el cuadro y qué lo está manteniendo. Una vez tenemos esta información, podemos enseñar estrategias cognitivas para abordar las obsesiones y conductuales para las compulsiones o rituales.
En MM Psicología, trabajamos entendiendo a la persona en un equilibrio, es decir, no sólo tratamos el TOC sino todo aquello que pueda estar generando y alimentando desequilibrio emocional en la persona que lo padece.